El Km 0 tiene un enorme valor cultural. Es una forma de preservar tradiciones, recetas y saberes que se transmiten de generación en generación. Al elegir productos locales, apoyamos a quienes mantienen vivas costumbres, sabores y formas de producción que forman parte de la identidad de una región. Es una invitación a reconectar con nuestras raíces, a redescubrir lo propio y a celebrar la diversidad cultural que existe en cada rincón.